10 junio 2008

.::Emilio Fatuzzo: Artista invitado::.


.::DejalaCorrer::. se ha interiorizado en el mundo del Arte, y ha podido estar en contacto con Emilio Fatuzzo.

Emilio Fatuzzo nace en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, en 1981. Durante su maduracion artistica y profesional lo llevaron a cursar en la Escuela Nacional de Bellas Artes "Manuel Belgrano" y como si fuera poco realizó seminarios de dibujo, pintura y análisis de obra con los artistas Luis Felipe Noé, Miguel Ferreira, Nicolás Menza, Carlos Gorriarena y Germán Gargano.


Exposiciones Colectivas y Salones con Selección de jurados:

2008 Espacio Edesur.
2007 Centro Cultural Islas Malvinas (La Plata).
2007 Palacio COFFAA.
2007 Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
2007 Espacio Verofa.
2007 Galería Crimson.
2006 Mención Manuel Belgrano Bellas Artes a la trascendencia de la obra.
2006 Arte Argentino Hoy, Galería de las Naciones.
2006 Palacio de las Artes. (1er premio pintura)
2006 Simón en su laberinto.
2006 Salón Pintura Bauen.
2006 Galería de las Naciones. (1er premio pintura)
2005 Galería Forma.
2005 Salón Pintura Quinquela Martín.
2004 Palacio San Miguel.
2004 Galería Forma.
2004 Galería Alvear, Gallery Nights.


CRITICAS:
Los cuadros de Emilio Fatuzzo nos remiten a un universo trágico, en el que seres atormentados contemplan un horizonte acaso imposible. Sobre fondos oscuros, sus rostros expresan la desesperación de vivir, la trágica condición de la existencia. Son cuadros que conmueven, y que revelan la notable sensibilidad de este joven pintor.

Ernesto Sábato, 2004
Series sintéticas de figuraciones abstractas, que dicen, empero cada una su mensaje, este pintor diseña y colorea con envidiable libertad, sintetizando en pocos rasgos, pero muy significativos, los encuentros y los desencuentros de amor; sus cuadros son a la vez tempestuosos y expresivos, el color es cada vez ubicado con firmeza, son obras que inquietan, movilizan y sosiegan.

César Magrini, 2005
Paul Valery decía que todo pintor pinta con el cuerpo. Solucionan el espacio pictórico con el trazo como si danzasen en un escenario. Todo el mundo puede caminar y bailar, pero nadie baila y camina igual a otro, pero hay, además, muy pocos que hacen de ello su lenguaje expresivo.

Emilio Fatuzzo lo sabe y es un especialista. El gesto es tan consciente en el artista como en acto del discurso. El gesto es en la vida y en el arte un reflejo del espíritu que lo anima. La pintura de Emilio Fatuzzo es austera u juega a la presencia de pocos elementos que quedan en la obra como los actores en una escena. Su vitalidad nos habla sin hablar, alude sin precisar, pero trasciende de él y nos llega.

Luís Felipe Noé, 2006

Con estas palabras, acompañar a Emilio Fattuzo, en este alto de un intenso camino que comienza a transitar por la pintura, siempre es para mí un aire fresco que viene a celebrar que no todo está perdido en lo banal y lo transable, en lo voraz e intrascendente. Tiempos estos que corren entre tangentes y diagonales cada vez más veloces para llegar tarde o temprano al no-lugar: a la nada.

Este acompañar a Emilio, es entonces, estar con el hombre artista y su trabajo, cuya actitud profunda es indivisible y conforma un todo de responsabilidad, pasión y compromiso por ideas y sentimientos nobles que enaltecen lo cotidiano, y le dan un sentido.

Así sus pinturas en su estado más dramático y transparente nos muestran la tensión espiritual y poética entre el torbellino caótico de carácter terreno: debajo de un horizonte virtual, a veces no directamente explicito, y un espacio que alude a lo cósmico: más sereno, aéreo y transparente.

Lo monocromo, el blanco y negro son la huella del gesto disimuladamente crudo y espontáneo que, junto con la palabra, forman un concepto de figura de significado simbólico que no remite a lo textual.

La escritura junto al ritmo del pincel se desliza en la tela como forma en busca de la metáfora poética. Podría casi interpretarse como nudo de la eterna lucha entre dos fuerzas antagónicas: lo claro y lo oscuro, el día y la noche, el bien y el mal.

Ante la esquizofrenia mediática, light con la que nos bombardean e insultan sistemáticamente, Emilio se pregunta " ¿Por qué buscar lo absoluto fuera del tiempo y no en esos instantes fugaces pero poderosos en que, al escuchar algunas notas musicales o al contemplar una obra de arte, sentimos que la vida tiene un sentido de absoluto?".

Esta preocupación existencial está manifestada en su pintura. Para encontrar la respuesta va en busca del sentido del misterio. Y en esta búsqueda, el bombardeo de los discursos vacíos, llenos de facilismo, de mentira, de injusticia, más que desanimar alientan y dan fuerzas, Emilio Fatuzzo como muchos jóvenes son la prueba. Esto es solo un alto, mañana sigue el infatigable trabajo en el intenso camino de la resistencia poética

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